Sembrando deseos

Aunque también podría haber titulado este post: El verdadero placer de leer 'La elegancia del erizo' de Muriel Barbery.

La señora Michel tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes.

Las lágrimas saliendo a borbotones, suele ser señal de que un libro me ha gustado. Puedo estar más o menos de acuerdo con el final pero si ha conseguido emocionarme es que la lectura ha sido todo un éxito.

Este pequeño gran libro me ha encantado. Me he reído tantísimo con él. He tardado una semana en leerlo. Este milagro lo debo a mi fuerza de voluntad. Sí, he conseguido frenar mi ansiedad y he racionado las lecturas reservándolas sólo a los trayectos del autobús al trabajo. Creedme cuando os digo que eso ha sido un pequeño paso para la mayoría de personas, pero un gran paso para mi.
Bueno, si quiero ser sincera del todo, he de confesar que el final lo acabo de leer en casa, pero no considero trampa leer 20 páginas para terminarlo y comenzar un libro nuevo mañana.

Recomiendo este libro ¿Por qué? me encanta la forma en la que Reneé y Paloma describen el descubrimiento de la belleza en las pequeñas cosas.

Una prueba de esta belleza sería la anécdota de las 'Camelias'. No os quiero estropear el libro, pero sólo os diré que ahí es cuando he comenzado a emocionarme, y a medio moquear. Cuando uno de los personajes que menciona Reneé al comienzo, reaparece al final completamente renovado gracias a la belleza de las camelias.

Los placeres efímeros, la constante búsqueda de la felicidad, la muerte, el amor, la amistad... la vida. Me ha gustado de cabo a rabo.

¿Qué hacer

frente al jamás

si no es buscar

el siempre

en unas notas robadas?

Creo que voy a copiar a Paloma un par de costumbres, las ideas profundas y los Haikus, o por lo menos lo intentaré.

Por culpa de este libro ya tengo dos libros más en mi lista de futuras lecturas. Y digo futuras porque tengo una pila esperándome en mi mesita de noche. Hoy mismo comienzo con 'La mujer del viajero en el tiempo' de Andrey Niffenegger.

He leído que el personaje de Reneé surge en 'Golosina' otro de los libros de Muriel Barbery, así que no tengo otro remedio que leérmelo, ya que he confesado mi simpatía y amor incondicional por este personaje. También me han entrado unas ganas increíbles de leer a León Tolstoi, más concretamente Anna Karenina, tras leer este libro, así que también queda apuntado.