Y entonces te das cuenta de que algo ha hecho click en tu interior. Se acabó, lo tienes claro. Sabes lo que quieres, lo que no quieres y lo que piensas hacer para conseguirlo.
Porque el mundo es tuyo, aunque suene a topicazo. Porque nunca serás más joven de lo que eres en este preciso instante... porque eres infinito. Y las personas que son infinitas, tienen sueños y son libres, pueden hacer todo lo que se propongan.
No, no me he tomado ninguna pastilla extraña. Simplemente me he despertado de un sueño reconfortante después de haberme agotado haciendo algo que me llena... algo que me ha devuelto a esa soñadora empedernida que una vez fui.
Hay gente que consigue devolverte trozos de tu alma. Personas que te hacen sentir la inmensidad del universo que hay dentro de ti. Y eso tiene un valor incalculable. Hoy soy inmensamente rica, hoy el mundo es mío.
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