Silencio

Poco a poco silenció su voz culpando a los miedos ajenos que alguien en ella inculcó.

Dudas creadoras de agujeros negros que se alimentan de escritos, sueños, acciones y pensamientos. 

Miedos que invaden todo, destruyen, paralizan. Y es entonces cuando de pronto no puedes disfrutar del placer de una vida real repleta de errores e imperfecciones.

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