Falta la otra mitad... y es que cada vez que te vas sólo queda tu ausencia.
Tu ausencia y mis ganas locas de cambiar el mundo. De cambiarme entera, salir de esta ciudad y acometer las locuras que siempre sueño hacer y nunca cometo.
Tú, que das alas a mis sueños, mis esperanzas, mis proyectos y haces que mi agrietado corazón lata con fuerza sin miedo a romperse.
Tú y tu sonrisa endemoniada capaz de darme alas.
Tú y y tu forma de mirarme, me desenfocas, me descuadras...
Tú y mi reflejo en tu mirada... capaz de hacerme sentir princesa encantada
Y es que tu ausencia duele, dolor placentero del que se halla recordando el gozo que ha llegado a su fin.
Tu ausencia me llena, me invita, me desafía y en la distancia me retas a encontrarme en otra mirada.
Deliciosa ausencia la tuya, porque estuviste, porque gozamos, porque en la distancia sigues retándome a encontrarme en las miradas de corazones ajenos.
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Y es su mirada la que buscas en los ojos de la gente...ausencia y la dulzura que lleva consigo la palabra y quién la provoca
ResponderEliminarInteresante blog
Muchas gracias Marisa :)
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